Siempre mantenerlos refrigerados una vez abiertos.
Cuidar de la higiene del frasco.

Manipularlos solo con utensilios de madera o plástico/silicona.
(Los probióticos reaccionan al metal)

siempre limpios.

Los fermentados líquidos suelen separarse, agitar muy suavemente antes de servir
(a excepción de la Kombucha y gingersoda)

Los fermentados líquidos suelen tener residuos de la “madre” con que fueron fermentados.

Mantenerlos alejados de los rayos solares, calor extremo, alimentos hirviendo o frío extremo.

Los fermentados generan gas naturalmente con el tiempo, es normal que se rebosen, se eleven o suenen como bebida gaseosa.